Fabio A. Colpas Ruiz

Opinión, Marketing e Innovación

Multinivel: Qué hacer si te ofrecen el negocio de tu vida.

Seguramente usted se encuentre leyendo este artículo, después que algún amigo o conocido le ofreciera hacer parte de un modelo de negocio muy prometedor y rentable, que con el tiempo podría cambiar su estilo de vida. Pero como “no todo lo que brilla es oro”, ha decidido indagar al respecto del famoso mercadeo en redes, o network marketing (término en inglés) y si existe alguna diferencia con las infames pirámides financieras.

Disclaimer:

La siguiente entrada la escribo para servir como apoyo informativo a cualquier persona que quiera educarse, o mejor, instruirse sobre el tema; y antes de comenzar, me gustaría precisar que no me encuentro afiliado a ninguna compañía de este tipo, y que los nombres que pueda mencionar no son anunciados de manera promocional, simplemente como ejemplos.

Existe mucha confusión sobre el tema al tratarse de un modelo de negocio muy popular. Es por mucho más fácil conseguir información publicitaria (de las empresas y comerciantes) que archivos que se encuentren dentro una posición neutral u objetiva sobre el tema. Eso es lo que me motiva a escribir, ser uno de los pocos que responda las preguntas que todos hemos tenido alguna vez sobre este asunto.

¿Son las redes de mercadeo lo mismo que las pirámides?

No, existe una sutil pero muy determinante diferencia.

Aunque estructuralmente pueden ser muy parecidos, (hablando sobre el posicionamiento escalonado hacia abajo en el que se basa el sistema de referidos), un Esquema Ponzi (el nombre real de las temibles pirámides) no está soportado por ninguna actividad comercial, esto quiere decir que no se comercia nada, no se ofrece nada, ningún producto, ningún servicio; mientras que en una red de mercadeo usted deberá adquirir y distribuir productos (sea cual sea el caso) para obtener ganancias o cumplir con la “cuota” necesaria cada mes.

Un esquema Ponzi solo se nutre de una variable: reclutamiento.

Se invierte una cantidad determinada de dinero con una única promesa: una rentabilidad, que en la mayoría de los casos supera con creces el capital invertido, en base al reclutamiento de nuevas personas.

El “cliente”, si se le puede llamar así, no obtiene nada a cambio de esa “inversión” y solo podrá ganar dinero si logra avanzar y completar los cupos requeridos por el sistema para poder retirar sus ganancias.

Las pirámides son ilegales en la mayoría de los países y su ingreso a este tipo de redes está penalizado por la ley (como en el caso colombiano) por estar vinculado a fuertes procesos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.

Por su parte, en una red de mercadeo, sistema de venta directa, multinivel, network marketing (y cualquier otro nombre que se pueda o quiera utilizar), el interesado se vuelve eslabón de una cadena de distribución:

Empresa ->; interesado (producto) ->; cliente

La empresa fabricante de los artículos se los distribuye a los interesados, para que estos a su vez opten por distribuirlos a otros distribuidores menores o decidan vendérselos al consumidor final. El interesado se vuelve algo así como “un vínculo directo entre el producto o servicio y el consumidor final”.

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Charles Ponzi, Creador del “Esquema Ponzi”

Sí, muy bonito y todo pero ¿Cuándo entra lo de los referidos y las estructuras con forma de pirámides?

Cuando el interesado decide entrar al sistema le dan la opción de participar de la cadena de distribución que vimos anteriormente, adicionándoles además, un sistema de referidos o de recomendados, donde el referido de un nuevo interesado (quien le invitó a participar) ganara un pequeño adicional por los méritos o los logros (reflejados en venta y volumen) que tenga el nuevo integrante de la cadena.

Un multinivel no es simplemente reclutar y reclutar, el motor real se localiza en la venta, o en la operación comercial en la se base la cadena de distribución, existen algunos casos donde es posible alcanzar la “cuota mensual” a partir de autoconsumo.

Existen muchos modelos aplicables a este sistema de referidos: mesas de trabajo, escalonados hacia abajo, binarios, matriciales, venta directa, uninivel… Pero todos abarcan el mismo objetivo, la creación de grupos de trabajo dedicados a la venta de un producto y servicios a partir de las bonificaciones por referidos y recomendaciones.

Háblame de la libertad financiera

Todas las promesas con que cautivan a los prospectos comerciales son…

Verdaderas.

Es POSIBLE alcanzar la libertad financiera por medio de las redes de mercadeo, pero no es un proceso fácil, y como la mayoría de los proyectos, su éxito dependerá del grado de motivación y esfuerzo que tenga la persona en cuestión.

Durante las convenciones y las reuniones de trabajo, generalmente, las personas quienes se suben en tarima a contar sus historias de éxito, no son actores sacados de cualquier parte como la mayoría de los escépticos creen. Son personas con gran habilidad y pericia comercial (se necesita bastante para este negocio) que después de mucho tiempo luchando contra las adversidades (generalmente relacionadas con la venta de su producto y los gajes de este oficio) y aunque suene bastante repetitivo, es precisamente el tiempo un factor determinante para el éxito de los exponentes, muchas veces denominados “diamante”.

¿Cuándo sé si me están convenciendo para unirme a una red de mercadeo o una pirámide?

Si bien, debido a sus similitudes y que existe una gran confusión sobre el tema, desafortunadamente también existen clichés al momento de reclutar, que en la mayoría de los casos consistirá en visitar una reunión de negocios o una conferencia, sea virtual o real, donde se expongan casos de éxito.

Debido a que no a todos les atrae la idea de dedicarse a vender, antes de exponer la naturaleza del modelo del negocio es necesario empoderar a los prospectos o enamorarlos del modelo con las historias de éxitos, porque como lo hemos analizado anteriormente, sí es posible alcanzar ese nivel.

Sin embargo, no hay nada más inquietante y sospechoso que recibir una llamada telefónica donde una persona que claramente no conoces, te dice que consiguió tu número por parte de un amigo, y que quiere darte la oportunidad de entrar a un negocio que te cambiará la vida; situación cuya sospecha aumenta, al ver que todas las preguntas que puedas hacer sobre cómo funciona la jugada, sean respondidas con evasivas.

Son pocas las empresas, o más bien, son pocos los grupos o mesas de trabajo donde se prefiere ir al grano en las reuniones, o inclusive en las llamadas. Si la persona que intenta reclutarlo le es evasiva y habla con cierta inseguridad, puede que bien sea un neófito en el asunto o no sepa en que se haya metido (no la tiene clara).

Piense con cabeza fría en que se está metiendo,

Si no le han dicho nada sobre algún producto o servicio que soporte la operación, ¡felicidades!, está siendo seducido a entrar en una pirámide, tenga cuidado.

Si de lo contrario, le han dicho en qué consiste todo, y está interesado en vender el producto u ofrecer el servicio en cuestión, próximamente será un distribuidor autorizado del producto.

Entonces, ¿Debo unirme sí o no?

Después de analizarlo con algunas personas expertas y otras aficionadas en la materia, hay tres posibles perfiles ideales que deberían sí o sí ingresar a este mundo:

  • A quien no le interesan los productos o servicios pero ve la rentabilidad del negocio al comercializarlos bajo las redes.
  • Aquel que le interesa el producto o servicio, quiere utilizarlos y quizá inicie a recomendarlos.
  • Esa persona que conoce a mucha gente que podría comprarlos así que quiere comenzar a venderlos.

Sin embargo, es pertinente reiterar mi posición en los primeros párrafos de esta entrada:

Su progreso y posible éxito solo serán tangibles en la medida que se esfuerce para conseguirlo. No es una forma de vida apta para todo mundo, y prueba de ello está en la gran cantidad de casos frustrados, tal vez gracias a un pésimo equipo o porque “no dio chicle” en el proceso. Existen personas que si le han sacado jugo al sistema, una vez más, gracias a su pericia comercial, porque al final, es de eso que se trata.

Es su propia decisión, porque al final es su tiempo, esfuerzo, reputación y dinero, los que estarán involucrados.

Durante mi investigación para escribir estas mil y pico palabras, debo resaltar tres conversaciones:

En la primera, cierto colega que cuenta con más de siete años metido en este cuento, me contaba cómo le había cambiado la vida y la forma de pensar sobre ella. “La industria funciona para TODO el mundo”, mencionaba. Sin embargo, también me contaba varias formas en que algunos grupos de trabajo e inclusive empresas, llegan a un país y saturan durante cinco años su mercado objetivo para luego retirarse de la escena, empresas netamente legales, pero basadas en una estafa.

La segunda, con un conocido extranjero, quien había conseguido independencia económica por un breve periodo de tiempo, pero cuando dejo de “estar a pie del cañón” sus números empezaron a bajar a tal punto en que tuvo que volver a casa, asumo yo que sintiéndose derrotado, y no fue hasta después de un tiempo que volvió a obtener la estabilidad económica que había tenido previamente.

El tercer caso pertenece al estigma popular de las personas, que motivadas o no, decidieron entrar al negocio fundamentados en promesas falsas que no más hicieron eco mientras se hallaban en la frustración de las cifras negativas, al enfrentarse con un modelo que en la práctica se distanciaba mucho de lo que en teoría les habían planteado.

Todos concluyeron las conversaciones de la misma manera:

“Realmente, se trata de con quién estás metido en esto”

Fotografías:

Slon Fullana
Jared Enos

Publicado anteriormente en Lo Saqué Del Bolsillo. Proyecto de revista digital que busca sacar a la luz y dar alcance a lo mas autentico del “Bolsillo Colectivo” ¿De donde lo sacaste? Lo saqué del bolsillo.

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